¡Hola!
Soy Emiliano y Clicklaw
Su amigo friqui dispuesto a ayudarlo a conseguir éxitos en su despacho de abogados con técnicas avanzadas de marketing jurídico digital.
El marketing jurídico digital exige muchas horas
y no puedes pasarte el día leyendo blogs de marketing o entregando toda tu imagen al becario que ni siquiera sabe hacerse un nudo de corbata.Algunas verdades sobre el marketing jurídico…
El marketing jurídico da dinero y por eso los profesionales tienen unas tarifas en consecuencia.
Si yo puedo hacerlo, tú también puedes.
Algún que otro despacho no va a subir salarios este año porque un niñato usa internet mejor que tú.
Te sientes…
¿Preocupado porque eres un especialista con 20 años a tus espaldas y ves como un novato con 2 años de experiencia se anuncia como especialista y lo hace por el doble de precio que tú?
¿Llevas bastante dinero invertido en marketing jurídico pero no te da los resultados esperados?
¿Solo recibes llamadas de curiosos que te hacen perder la mañana?
Emiliano (¡Yo!) el friqui que necesitas.
Consultor experto en marketing jurídico a base de equivocarme.
¿Por qué escucharme?
Bueno, además de ser un friqui curioso, resultón, emprendedor nato y humilde, he echado canas manejando despachos digitalmente y buscando formas realmente innovadoras para que los despachos de abogados puedan alcanzar sus éxitos en el mundo digital.
Experiencia
Honestamente no me gustaría tener que hablar de títulos, pero me lo he trabajado mucho.
Me licencie tanto en Derecho como Ciencias Políticas en la Universidad de Granada. Entre cerveza y barriles universitarios me saque un FP de contabilidad y mucho cursillo relacionado con Diseño Web, Google, etc. En mi cabeza estaba crear un despacho de abogados digital, así que también pasé por escuelas de negocio y por todos los cursos gratuitos que pude para llenar mi futuro despacho de títulos enmarcados en gestión empresarial e innovación.
En 2013 tenía prisas por no hacerme el master de la abogacía, así que me colegié como abogado y a la vez que me eché a vivir al monte. No me duró mucho el tema hippie, mi tío (Agricultor) iba presumiendo de sobrino abogado, así que no tardé mucho en meterme en problemas de lindes, trámites, herencias y esas cosillas que pasan en los pueblos.
Luego me volví a Granada, no encontraba trabajo. Así que empecé a hacer trabajos de clase y sacar cursos como él (negro). Sería 2015 cuando me anuncié en un par de foros como abogado especialista en comercio electrónico sin tener mucha idea. Desde ese momento, mi día a día estuvo relacionado con agencias de marketing digital. Comencé siendo subcontratado para hacer avisos legales, políticas de compra, contratos de agencia…Mis clientes eran más pobres que yo (Luego alguno creció), así que ellos me ayudaban con las webs y yo con la parte legal. De todo eso acabé montando unas 100 webs, algunas muy rentables y otras jurídicas.
De 2015 a 2022 desarrollé muchas webs y atendí más de un millar de consultas legales. Derivé muchos clientes a despachos y experimenté con muchos sistemas de atención a clientes, seo, sem, automatización… Me arrepiento mucho de no haber entrado en las cláusulas suelo en 2015. El 10 de mayo de 2022 cerré mi último expediente como abogado. Y hoy me dedico al marketing jurídico con un pequeño grupo de despachos.
Cosas más divertidas
100% emprendedor, me encanta curiosear herramientas de automatización para trabajar lo mínimo. Recuerdo poner sonidos de fondo de oficina a un cliente mientras le atendía en la oficina y le enviaba un formulario para completar.
En el mundo legal estoy en el lado de los rebeldes, interesado en algunos proyectos para liberar datos públicos y airear algunas cloacas. También me gusta un día de playa con amigos o desaparecer media semana en un festival en un pueblo remoto.
¿Por qué me encantar ayudar a los abogados?
Me ha pasado de todo intentando montar mi primer despacho de abogados. Y no fue especialmente bien. Sabía mucho de marketing, pero poco de abogacía, no tenía recursos…Llegue a estar con algunas palabras clave genéricas a nivel de todo el mundo hispanohablante. Recibía llamadas a las 4 de la mañana para asistir a un detenido en Bogotá. Era de locos. Me faltaba experiencia y no había referentes a quién preguntar. Me he intentado asociar con despachos, gestorías, procuradores, peritos, notarías, he tocado todos los palos y en casi todos me he estrellado. Llegué a anunciar 250 servicios. Por suerte 3 o 4 funcionaron como debía.
Te cuento esto, porque no tenía un plan, aunque sí mucha ilusión. No hace falta ser un genio para ser un buen marketer o un buen abogado. El problema es cuando quieres ser todo a la vez. He visto el caos y he estado en los dos lados y no quiero que nadie pase por esa situación.
Me gusta lo que hago, es rentable y ayuda.